1 de octubre de 2011

La Casa del Pirata Amaro Pargo

El pasado sábado 1 de octubre de 2011 realizamos el tercer #trulenque. Esta vez, dejamos el Macizo de Anaga para irnos a Machado, municipio de El Rosario. Allí, junto a la Ermita de N.S. de El Rosario se mantiene en pie (por decir algo) la casa del pirata y/o corsario más famoso e importante de Tenerife: Amaro Rodriguez Felipe (Amaro Pargo).


Dentro de esta ermita se conserva una imagen de él (a la derecha), junto a la Siervita y Fray Juan de Jesús. Fue muy devoto y religioso, de hecho hizo multitud de donaciones a la iglesia y sobre todo al Convento de las Catalinas de La Laguna, en donde estaba la Siervita, conservada hoy "incorrupta" en un sarcófago donado por el corsario. 


Amaro Pargo nació en 1795 en La Laguna, lugar en donde hoy está enterrado (Iglesia de Sto. Domingo) tras su merte en 1747.

Para llegar a la casa y "hacer hambre" no recorrimos los 100 metros que hay desde la carretera de la ermita en Machado hasta las ruinas. Comenzamos la ruta en Barranco Hondo. Allí tomamos el Camino Viejo de Candelaria que baja desde La Esperanza.

Una vez ya en lo alto de Machado bajamos a la casa sumergidos en la niebla y por un camino no muy marcado.


Ya en la casa tomamos multitud de fotos que muestran el lamentable estado en el que se encuentra, a pesar de ser BIC.


Si quierres más información  de la vida y obra de este pirata aqui tienes unos enlaces que pueden interesarte:


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Más fotos 







3 de septiembre de 2011

El búnker de San Andrés

El pasado domingo 28 de agosto procedimos a realizar el segundo #trulenque. Esta vez fuimos 8 los integrantes del "equipo". El lugar: el búnker de San Andrés (toda una sorpresa, la verdad)



En lo alto del risco que corona el barrio chicharrero de San Andrés, se encuentra este antiguo fortín militar. No, no tiene nada que ver con la batalla del 25 de julio de 1797 frente a los ingleses comandados por Nelson. Ni con la Guerra Civil Española. Ni muchos menos con otras contiendas llámense Carlistas, de Independencia, ...



Una vez comenzada la dictadura franquista, en los inicios de los 40 del pasado siglo, corría por los dimes y diretes militares y políticos españoles la posibilidad de que bandos aliados que luchaban frente al ejército aleman en la II Guerra Mundial tomaran las Islas Canarias. Franco y sus generales al mando del archipiélago se "acongojaron", más aún por haber tomado parte por el bando nazi e italiano en esa contienda, sin entrar en guerra, como todos ya sabemos.

Pues manos a la obra. Se construyeron búnkeres y baterías militares preparadas para defender las costas canarias, sobre todo en las islas de Tenerife y Gran Canaria. Hoy quedan pocas de esas edificaciones militares, algunas de ellas entre edificios costeros o sobre arenales o acantilados. 


 Búnker en El Médano

En Santa Cruz de Tenerife aún se conservan varios de estos testimonios, dejando de lado castillos como el de San Juan o Paso Alto, muy anteriores a este hecho. En Las Teresitas podemos ver un pequeño búnker (en ruina) sobre la ladera trasera de la playa (a la altura de la entrada 6).

Búnker en Las Teresitas

Y aún más desapercibido pasa el búnker de San Andrés, autentico fortin de tres pisos con sus aberturas frontales para la colocación de ametralladoras y con una simple red de túneles para su acceso desde la pista militar que parte del barrio, en la zona de entrada al Barranco de El Cercado.



La ruta de ascensión al búnker es sencilla, en menos de 1 hora se llega a él por la pista militar. El descenso puede realizarse por el mismo sitio o continuando la ascensión hacia el norte, hasta la cabecera del Valle de Jagua y tomar ahí un sendero que nos lleva de nuevo a San Andrés.

La recompensa principal será el poder entrar en este búnker (un poco sucio y pintorrojeado, como es de imaginar), pero también lo son las vistas de la costa santacrucera. Hacia allá Las Teresitas y hacia acá, oooh, Santa Cruz, su puerto, el Teide, las cumbres de Güímar, ...


 Vistas desde el interior del búnker

Anímense y disfruten de un rato agradable a un paso de Santa Cruz: búnker y después cañas y pescadito en San Andrés (¡Qué bueno!)

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Más fotos 




25 de agosto de 2011

El Semáforo de Igueste de San Andrés

El sábado 25 de junio de 2011 inauguramos el #trulenque con una excursión al Semáforo de San Andrés. Mucho calor, preciosas vistas, buena comida en Igueste y agradable mañana de sábado es el resumen de todo lo que vivimos.

En asotavento.com se cuenta qué es eso del Semáforo. Aquí trasladamos lo que ahí se cuenta. Verán que estamos ante un semáforo sin luces. Pasen y lean.

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La Isla de Tenerife y en concreto el Macizo de Anaga (península situada en su extremo NE) nunca deja de sorprender al viajero, turista o isleño. Un pueblecito de Anaga, al final de la carretera que parte de Santa Cruz y  pasa por Las Teresitas para después deleitarnos con un sin fin de curvas sobre la costa, es el origen de esta curiosidad que se complementa y completa con el motivo principal de esta entrada. Se trata de Igueste de San Andrés, situado sobre las dos laderas que flanquean el final de un barranco que cae al mar desde la cumbre del Pijaral. Casas y cultivos de frutales (y papas y millo en menor cantidad). Preciosas terrazas de aguacateros, mangos, papayeros y plataneras y otras frutas, que en una ocasión un lugareño me comentó en una de mis múltiples visitas a este encantador rincón de la isla. ¿Por qué tanta fruta tropical en este sitio? Se cuenta que muchos habitantes de Igueste emigraron a Cuba y otras zonas de América y que de ahí le viene esta “tradicicón” al pueblo, ya que a su vuelta las trajeron allende los mares y aún permanecen cultivadas décadas y décadas más tarde.
Pero miremos más arriba, sobre el Acantilado de La Atalaya, esa gran mole de roca que divide al Barranco de Igueste con el de Zápata, al Norte. Vemos algo. Blanco. Un edificio de una planta y un palo alto al lado. La gente (que no es de Anaga) lo ha visto incluso desde Santa Cruz y no tendrá ni idea de qué es. Tal y como me pasaba a mi hace algo más de un lustro. Pues es él, El Semáforo.
Se trata de una edificación casi en ruinas y abandonada hoy en día, pero que tuvo una utilidad hasta no hace mucho. Desde este lugar se divisa con un simple giro de cuello el Puerto de Santa Cruz, al SO, y el horizonte al NE, o sea el lugar por el que aparecen los barcos que llegan de la Península Ibérica (y resto de Europa).
La compañía británica de consignas y aduanas “Hamilton & Cia.” lo construyó en la década de los 70 del siglo XIX y funcionó hasta 1979. Varios operarios que residían en él se encargaban de vigilar la llegada de barcos hacia el puerto y mediante catalejos lograban “adivinar” las características de cada nave, principalmente la eslora. Una vez lo tenían claro, avisaban al personal del puerto para que tuviera preparado un lugar de atraque o varado del navío en cuestión, además de tener en sus puestos a estibadores y demás trabajadores de cargas y descargas de buques. Antes de este uso la zona fue utilizada como mirador y observatorio marítimo para defensa naval y militar.
Vemos por lo tanto que no se trata de un faro al uso (que avisa al barco) sino de una estación de señalización marítima que tiene como objetivo el aviso al puerto. Y ¿cómo eran esos avisos? Pues simple. Mediante telas desplegadas en el mástil (cual velero). Según el color, un tipo de barco, de ahí el apelativo de “Semáforo”. Cuando la llegada era en horas de poca luz o de noche se utilizaban antorchas y fuegos.
El edificio cuenta con numerosas habitaciones (dormitorios, cocina, etc) e incluso con una sala en el extremo NE de planta hexagonal, que colmataría los deseos de muchos para ubicar en ella su estudio o comedor. En el exterior existe un horno y bajo la terraza en la que ubica el mástil, hay un aljibe.
Todo esta hoy abandonado y en estado lamentable. Nadie le “mete mano” a este monumento que prevalece como el único en su especie de entre la señaletica marítima de Canarias y apostaría decir que de España. Y lo sorprendente es que aún está protegido como se debe, ya que de hecho aún no se ha iniciado expediente de declaración de Bien de Interés Cultural.
Para la gente de Anaga y sobre todo a los de Igueste se trata de un lugar especial, que forma parte de la historia del macizo y su costa. Incluso el CD Igueste-Anaga tiene en su escudo al Semáforo.
Para llegar a él, basta con tomar el sendero que sube desde Igueste de San Andrés (el barrio de la Iglesia) hasta la Atalaya por un camino ancho, de fuerte pendiente en algunos tramos, y cortado a pico y pala para poder subir carros con bestias hasta lo alto. Hoy en día está dentro de la Red de Senderos de Tenerife como PR TF 5.1 (2,2 km.). Aquí puedes tener más información de esta ruta a pié.
Las vistas desde el Semáforo son espectaculares. La costa a nuestros pies. Gran Canaria en frente, sobresale entre el horizonte. Santa Cruz al SO, y por encima las cumbres de la la isla con el Teide incluido. Y al norte la costa de Anaga con el Roque y Playa de Antequera como lugares más destacados. Si tienen oportunidad no dejen de conocer este sitio y así tienen un motivo más para acudir a Igueste.
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Más fotos:

asotavento en picasa

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  Fuente: asotavento.com


A trulenquear

Pues allá vamos, a trulenquear. Sigue este blog y conocerás lugares poco conocidos y curiosos de la isla de Tenerife que queremos compartir.

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